Si conoces a alguien o eres una de esas personas que no está muy interesado en la química o en la física, este es uno de esos experimentos que te hará surgir preguntas, y quizá te despierte una cierta curiosidad sobre estas materias, que bajo la perspectiva teórica resultan sumamente aburridas.
Cuantas veces no te has preocupado al ir a la tienda por huevos, el hecho de que se te valla a caer uno o dos o todos los huevos, y quedarte sin almorzar debido a tu descuido, pero a continuación te tenemos una posible solución para ese tipo de situaciones. Que mejor manera de hacer que los huevos sean saltarines, es mejor perseguirlos a limpiar el cochinero que quedaría, ¿no crees?
Los materiales que necesitas son:
- Un huevo
- Un vaso (suficientemente grande en donde quepa el huevo)
- Cien mililitros de vinagre de manzana aproximadamente
En el vaso agregaras los cien mililitros de vinagre de manzana, es importante que no se derrame el vinagre y que el huevo quepa totalmente sumergido sin derramarse el vinagre una vez ya sumergido el huevo; es muy importante que el huevo no sea refrigerado, es decir, que el huevo este fresco, una vez establecida esta característica, se sumergirá el huevo fresco en el vaso con vinagre y se dejara reposar por aproximadamente cuarenta y ocho horas.
Una vez pasado este tiempo, podrás notar que el huevo cambio un poco de su coloración, es decir lo vez de un color como transparente, ya no es ese huevo blanco que tenías al principio, incuso a simple vista parece más frágil que antes, pero al sacarlo del vaso te darás cuenta de lo flexible que puede ser.
Y ahora puede poner aprueba ese nuevo cascaron que acabas de hacer, puedes soltarlo y notaras que en vez de quebrarse se torna un poco brincolín.
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